domingo, 22 de noviembre de 2015

Prohibido olvidar 
Durante estos seis años de colegio he aprendido muchas cosas, de lo cual me han servido bastante para ser mejor persona y a la vez han pasado momentos que nunca se olvidaran.

Comenzando con que una vez en la clase de lenguaje estábamos exponiendo y nos saltamos del tema que empezamos a hablar sobre la navidad y Johnny salió diciendo que lo había visto a “Papa Noel”, todo el curso empezó a reírse y desde allí Johnny es historia, así como Damián, que tenía que presentar su cuento  en diapositivas, su cuento llevaba el nombre de: “No los defraudare”, él a darle clic al archivo no había nada y si que nos defraudo.

No hay que olvidar nuestro año en décimo cuando sí que pasamos por demasiados profesores de matemáticas porque no nos soportaban, era otro tras otro que no aprendimos nada en ese entonces, tanto recuerdo cuando los muchachos ya llegaron a otro nivel que le cogieron la cartera a la profesora y se la hicieron caer, además se le salieron todas las cosas que llevaba ahí dentro, como cosas personales, pues tanto fue la vergüenza y el coraje que lloró y la profesora tomo una decisión, renunciar porque ya no nos soportaba, aunque le rogamos para que no se vaya, pues a ella no le importo y se fue. Ahora nos ve en la calle y ni nos saluda, seguramente nos odia.

También cuando al Doctor le cogió corriente el cable suelto del ventilador y el sacándose la vuelta dijo que no le dolió y se fue, quizás no aguanto y corrió por el dolor. Y como no olvidar al tío de samantha quien nos daba matemáticas en noveno, apenas llegaba su hora ya sabíamos lo que teníamos que hacer todos, por suerte en esos días nos tocaba llevar los tableros para dibujo técnico, entonces él empezaba a dar la clase y cada uno hacia como que se caía el tablero hasta que todos por iguales, unas veces nos dejó pasar, pero llego el día en que no aguanto, ya que él se alteraba mucho y nos llego a decir que nosotros éramos unas “ratas inmundas”, “no servimos para nada”, eso fue épico, luego nos sentimos afectados que algunos de mis compañeros querían decirles a sus madres para que vayan a reclamar.

En 1BGU la miss de lenguaje nos mando a realizar una película de nuestra preferencia, entonces hicimos con mi grupo de terror que la titulamos: “La pequeña susy”.

Tuvimos que hacer cosas que ni siquiera nos imaginamos que haríamos, como ir al cementerio a grabar que hasta tuve que hablarle a una tumba al igual que Sasha y María Isabel taparse el cabello como emo, ya que ella era susy, no nos importaba si la gente nos miraba, ya que decíamos: “Todo por tener buena nota”.

Luego teníamos miedo que nos pase algo por hacer cosas así, pero luego se nos olvido y hasta el día de hoy seguimos vivos gracias a Dios.

Pero no podíamos quedarnos sin final, así que hicimos la segunda parte donde se llamo: “El regreso” y le dimos fin al asunto.



Y pues finalmente Manuel comió mucha salsa de tomate que se intoxico:


Y quizás la intoxicación de años atrás le hizo llamar en la actualidad “Washington después de Cristo” a “Washington DC”.

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