lunes, 16 de junio de 2014

Una fiesta pero no para todos
El mundial Brasil 2014, es lo más esperado para cierta parte del mundo, pero para algunos no, por diferentes razones en lugar de unir al pueblo por la emoción, intriga, felicidad que causa el mundial, provocó efectos totalmente contrarios y quedaron divididos entre los que apoyan a la Copa y los que no están viendo nada de lo dicho, sino de lo importante que es la educación, salud y transporte.

El mundial Brasil 2014 se caracteriza por tener su lado bueno y su lado malo.

Su lado bueno se destaca por su cultura, música, eventos, teatro, pasión del fútbol, fiestas, la definición de cada color, y carteles por toda la ciudad teniendo su significado.

Además las maravilla de vegetales y minerales de Brasil, con mucha diversidad de paisajes,  personas en el césped representaron la alegría de vivir, la diversidad, la pasión por la música y  la danza como una de las principales señas de identidad.

También la cierta cantidad de bailarinas que danzaron al ritmo de Capoeira, una danza que se caracteriza por su tal ritmo.

La danza, la naturaleza y el fútbol, se presentaron como "tesoros" brasileños en El Arena de Corinthians, un espectáculo lleno de celebridades, luz y sonido que dio la bienvenida a un Mundial que se inauguro de la mejor forma y no tiene que faltar  la gran atracción de la ceremonia que fue la “pelota viva”, una esfera gigante de LED. Su lado malo es que no todo el mundo se beneficiara de esta fiesta  que se está viviendo, pero aún no es demasiado tarde para cambiar lo, todavía se puede hacer que esta Copa del mundo sea el motivo y la celebración de todos y todas.

Pero como en cualquier caso el pueblo se tiene que unir para pedir más justicia y la FIFA tiene que afrontar responsabilidades y ayudar a contribuir a mejores condiciones de vida, así como todos lo necesitamos y además con la parte principalmente necesaria que es comprometiéndose a vigilar para que no se cometan violaciones de derechos humanos, explotaciones de las personas, mujeres explotadas sexualmente; son muchas de las cosas que pasan día a día, pero que no tratan de solucionar problemas y la FIFA no debe llevarse todos los beneficios, dejando a Brasil con una montaña de deudas.



lunes, 9 de junio de 2014

Cien Años De Soledad



Primero pensé que sería aburrido, porque solo son hojas y hojas llenas de palabras y no hay ningún gráfico en el que pueda imaginarme los capítulos, pero igual no tenia excusa para no leerlo, y más aun por mi calificación, entonces lo compre y ese mismo día lo comencé a leer.
Es algo que ni yo misma creo, que al leer la primera hoja me encanto que de tal manera me atrapo e hizo que lo leyera, será por la curiosidad o intriga que causa como, que va a pasar o en que va a terminar la historia.

Al leer cien años de soledad me traslade a un mundo nuevo, lleno de fantasías, peligros, aventuras, amor, dolor, etc. En cada palabra, párrafo y hojas que leía, sentía una sensación que no he sentido en otros libros, no se diga que he leído demasiados libros, pero de los pocos que he leído este me pareció muy bien redactado, muy pocas veces confuso, pero eso es lo de menos.

Algunas veces no entendía lo que querían expresar, y lo leía varias veces para terminar de entender lo y así conseguí entenderlo.

Es algo nuevo en mí, esto se debió a que cada parte me pareció interesante, este libro hizo de mí que el aburrimiento no existiera.

Por la razón de que cada vez pasaban cosas buenas y cosas malas en Macondo. Y no solo en la ciudad sino que también en la familia Buendía, tal familia era muy diferente, cada uno de los miembros se centraba en cosas distintas, tenían la forma de pensar a su manera.

José Arcadio Buendía, Úrsula Aguarán, José Arcadio, Aureliano, Amaranta, Pilar Ternera, Arcadio, Rebeca, Amparo, Remedio, etc.

No me identifico con un solo personaje, sino que con varios, cada uno de ellos representa distintas partes de mi. 

No tengo más palabras para describir lo que me pareció “Cien años de soledad”, solo sé que me atrapo en una historia muy conmovedora, llena de aventuras, que cada vez que leía encontraba más detalles y si es posible con el transcurso del tiempo lo volveré a leer.

La parte que más me impacto de la historia fue cuando Aureliano se sintió enamorado por la chica que tenía que prostituirse para pagarle un dinero a su abuela, ya que ella le había incendiado la casa, por accidente como a todos nosotros nos puede pasar.

Esta parte fue muy triste para mí, porque cuando uno se enamora puede hacer cualquier cosa, y en caso de Aureliano sintió que debía casarse con la chica, y el sería el único que la podía sacar de ese infierno en el que estaba viviendo, y más de casarse, cuidarla, protegerla y lo más importante que es amarla.

Aquel día que salió Aureliano a buscarla, ella ya no se encontraba en el lugar donde estaba…

Así es como el libro cien años de soledad, dejó algo en mí, cosas inolvidables de aquella familia. Al terminar de leer el libro todo concuerda, termina la intriga que tanto deseaba saber y recuerdas todo lo leído, como que lo hayas leído varias veces.

martes, 3 de junio de 2014

Macondo


Macondo era una aldea de veinte casas de barro y caña brava construidas a la orilla de un rió de aguas  diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.
Macondo era conocido, como la migración de mariposas amarillas. La ciudad de Macondo cada vez fue cambiando más al hecho de que hubo la llegada de gitanos, uno de los gitanos se llamaba Melquíades, él iba provocando la evolución de tal ciudad, el desarrollo y hasta la destrucción, por la razón de que trajeron inventos supuesta mente maravillosos.
La gente le pareció muy extraordinario conocer tales inventos, pero lo que no se dieron cuenta era que cada uno de ellos fue estafado.
Y les hizo creer que podían ver lo que ocurría en cualquier lugar de la tierra, sin moverse de su casa.
Luego de que José Arcadio Buendía trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa, en pocos años Macondo se transformo en una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por sus 300 habitantes.
Era una verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto.
Macondo se lleno de turpiales, canarios, azulejos y petirrojos, no solo la propia casa tenia, sino todas las de la aldea. El concierto de los pájaros era hermoso, pero se volvió aturdidor a medida del tiempo.
Macondo estuvo en contacto con los grandes inventos, la cual José Arcadio siguió con las personas que decidieron seguirlo en su investigación, durante 10 días no volvieron a ver el sol. El suelo se volvió blando y húmedo, como ceniza volcánica, y la vegetación cada vez más insidiosa, cada vez más lejanos del cantar de los pájaros etc. Desde ese momento el mundo se volvió triste para siempre.
Muchos años después, el coronel Aureliano Buendía volvió a atravesar la región, cuando ya era una ruta regular, y encontró muchas cosas, y descubrió que nada fue una fantasía, y se pregunto cómo galeón se adentro hasta ese punto de tierra firme, pero José Arcadio Buendía no se planteo en esa inquietud y encontró el mar, al cabo de otros cuatro días de viaje, a doce kilómetros de distancia de galeón.

Sus sueños terminaban frente a ese mar color de ceniza, espumoso y sucio, que no merecía los riesgos y sacrificios de su aventura.

-¡Carajo! –gritó-. Macondo está rodeado de agua por todas partes…